miércoles, 31 de agosto de 2011

Candle in the wind


Hoy se celebra el 14º aniversario de la desaparecida Lady Di, y no quiero desaprovechar la ocasión para hacer un pequeño recordatorio de lo que fue este icono de belleza, elegancia y humildad.

A la memoria me viene la famosa canción "Candle in the win", pues a pesar de que ya hace muchos años del trágico suceso, sigue estando en el recuerdo de toda la gente que la admiramos, la quisimos y la respetamos.

Tengo en mente, como si fuera ayer, el día que sucedió el fatídico accidente, y yo tan sólo contaba con 13 años, pero es de esos momentos en los que el impacto es tan grande, que es imposible borrar de tu recuerdo.
Desde luego, que marcó un antes y un después en el mundo de la prensa rosa, pues quedo vacante el puesto de la "Reina de corazones" y a día de hoy, parece ser que sigue vacío.

El lunes de los meses

"Septiembre es el lunes de los meses"; hoy he escuchado esta expresión que me ha resultado muy graciosa y es que iniciamos un nuevo mes.
Parece ser que como cada año Septiembre no perdona, y vuelve a recordarnos que el final del verano ha llegado y que los buenos momentos al sol, en buena compañía y con un refresco, forman parte del recuerdo y han dado paso a la cotidianidad del caos en la oficina, cambio de ropa en el armario...
Afortunadamente, este cambio se produce para todos y también los Royals vuelven a sus respectivos "quehaceres".
A pesar de ello, han podido disfrutar de un verano lleno de agradables momentos en familia o con amigos y siempre en marcos incomparables, lo que nos ha dejado algunas imágenes memorables.

Tras hacer frente a un escándalo por la construcción de una mansión en África, de la cual han tenido finalmente que deshacerse, este año han optado por disfrutar de las vacaciones estivales en una preciosa localidad de la Toscana italiana. 
Estoy hablando de la Familia Real Holandesa, de la que soy un gran seguidor, sobre todo desde que entrara a formar parte de ella la siempre elegante y simpática argentina, Máxima de Holanda. 

 La localidad italiana de Tabarnelle, a tan sólo 20 kilómetros de Florencia, ha sido el lugar elegido para disfrutar de unos fantásticos días de descanso, acompañados por sus tres hijas, Amalia, Alexia y Ariana.
Fue allí también, donde realizaron el tradicional posado veraniego, donde los Principes quedaron en un segundo plano, cediendo el portagonismo a sus hijas, que se comportaron con total naturalidad a pesar de la espectación causada entre los medios de comunicación, lo cual pareció no abrumarles.

Acercándonos al terreno nacional, la Familia Real Española, siguiendo con la tradición, se desplazó hasta Mallorca, donde un año más, han disfrutado de las cálidas aguas del Mediterráneo.
Fue allí donde se reunió toda la familia al completo, pues la Infanta Cristina también volvió de su exilio voluntario en Washington, junto con su marido y sus cuatro hijos. 


Esta vez, el Palacio de Marivent ha sido ocupado menos días que nunca y es que, los compromisos mandan y este año las vacaciones se han visto interrumpidas por la visita del Papa, que ha presidido la Jornada Mundial de la Juventud, JMJ, en Madrid.

La verdad es que han sido unas vacaciones cortas pero intensas y no exentas de polémica, pues una mañana nos despertamos con una exclusiva en la revista ¡Hola!, donde se podía ver a la Princesa Letizia en biquini, disfrutando de un día de barco en alta mar, en las inmediaciones de la isla de Cabrera, junto al resto de su familia y de parte de la Familia Real.

Las fotos al parecer, no fueron del agrado del Rey, convaleciente de una tendinitis, pues según se cuenta en algunos medios, aconsejó no hacer uso del Fortuna, debido al delicado estado económico por el que está pasando en el país; consejo que se desobedeció por parte de no se sabe quién.

Aunque las vacaciones oficiales han llegado a su fin, a día de hoy, según informaciones, algunos miembros están disfrutando de unos días privados de relax, como es el caso del Príncipe y su familia o el de la Reina, la cual ha vuelto a Marivent y se encuentra acompañada por su hermana y una fiel amiga.

Sin embargo, el Rey se encuentra en Zarzuela, organizando la agenda, pues aunque esta semana ya tiene algún compromiso, no es hasta la próxima cuando todo empezará a funcionar con total normalidad para toda la Familia.



Prueba superada

En el inicio del verano, pudimos ver como los recién estrenados "Duques de Cambridge" se dieron un constante baño de masas en las diferentes ciudades que visitaron en su primer viaje oficial a Canada y estados Unidos.
La verdad es que fueron unos días donde la agenda estuvo repleta de actos, repartidos entre diferentes puntos de la geografía canadiense e incluso estadounidense.
Como era de esperar, ámbos estuvieron radiantes en todas las apariciones, pero personalmente y creo que coincidiendo con la gran mayoría de los seguidores de las monarquías, la Princesa Catalina, ha tomado el testigo de la siempre recordada Lady Di. El glamour y la simpatía que derrochó en todo momento, la hicieron convertirse en la verdadera protagonista de la "tourne" canadiense.

Los tiempos han cambiado, las monarquías ya no viven tan encorsetadas como lo hacían en el pasado y lo hemos podido comprobar en esta joven pareja, pues el viaje ha dejado momentos inolvidables. Uno de ellos, fue en Montreal donde la pareja recibió clases de cocina, y para ello se pusieron manos a la obra. Muestra de ello es la foto que os adjunto.

Cambiando de tercio, uno de los actos más importantes al acudieron fue la celebración del "Día de Canada", donde Catalina en un giño al país lució un sofisticado tocado con la hoja de arce característica de la bandera del país.
1.400 medios de comunicación, entre periodistas y fotógrafos, estaban acreditados para cubrir todos y cada uno de los pasos que iban dando y es que, lo que parece ser innegable, es que la pareja está recuperando el esplendor de tiempos pasados. Donde han ido, han dejado huella, dándose grandes baños de masas y sorprendiendo a los asistentes por su simpatía.

Pero personalmente, mi debilidad es ella; sus estilismos, sus buenos modales, su elegancia, y su innato comportamiento principesco, le hacen convertirse en una digna heredera de la que hubiera sido su suegra, Diana de Gales.