martes, 5 de julio de 2011

Toda boda debe concluir con una cena, en este caso una Cena de Gala...

Como ya os prometí, la boda de Mónaco ha dado mucho de sí, y merece otro post...como ya comenté se trató de una cena servida por uno de los mejores chefs de Francia, Alain Ducasse, que concluyó con un baile que abrieron los ya príncipes de Mónaco y un espectáculo de fuegos artificiales que iluminaron la noche monegasca.

Como os podéis imaginar, lo más comentado ha sido los estilismos de ellas, y sin duda, se ha podido ver de todo y para todos los gustos.

Personalmente, Carolina de Mónaco, hermanísima del contrayente, me defraudó en cada uno de los vestidos que lució en todos los eventos. caracterizada por lucir grandes prendas, creo que en esta ocasión no eligió muy correctamente.

Estefanía llegó acompañada por el Gran Duque de Luxemburgo,

De toda la Familia Real de Mónaco, pienso que la más elegante fue Carlota Casiraghi, lució un bonito vestido largo vaporoso en un leve color azul, y entró acompañada de sus hermanos.


Como siempre, hay princesas que nunca defraudan, tienen presente que son princesas y visten como tal. aquí os muestro algunas de mis debilidades, sobre todo por el caso de Máxima de Holanda. Es una de las más elegantes, bellas, siempre correcta, educada y estéticamente impecable.


Aunque la representación española brilló por su ausencia, me siento con la obligación de hablar de Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas. Acudieron invitados como Duques de Anjou, pues en el hipotético caso de que se restableciera la monarquía en Francia, serían ellos los encargados de ocupar el trono.
Sin duda, Margarita fue una de las más elegantes, tanto en la boda religiosa, como en la Cena de Gala y la noche anterior en la fiesta en el Hermitage.

En toda boda, las reales tampoco se salvan, siempre hay alguna que se desentona y que está fuera de lugar, me lo pareció, y creo que no soy el único que lo piensa, que lo hizo en la boda religiosa y horas más tarde en la Cena de Gala, desde luego que en ambos eventos lució dos estilismos que estaban fuera de lugar, y no era otra que la famosísima Top Model, Naomi Campbell.

Tras la entrada de todos los invitados, hicieron acto de presencia los contrayentes, y la verdad es que la novia seguía igual de guapa que antes, aunque cambió de vestido.
Volvió a confiar en Armani, se trataba de un vestido blanco con falda a volantes y un escote de encaje.
Él no dejó de lado los uniformes, y en esta ocasión se enfundó el uniforme de gala de los Carabineros.

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