domingo, 1 de enero de 2012

Al yerno le crecen los enanos por momentos...

Quién iba a imaginar que terminaríamos el año con un encándalo en la Familia Real española. Una monarquía que siempre se ha caracterizado por su discreción y su buen hacer; donde la austeridad es uno de sus modos de vida si los comparamos con el resto de la realeza europea, y los grandes fastos los dejan para momentos muy puntuales.

En todas las casas cuecen habas reza el refranero español, y como no podía ser menos también en la del Rey Juan Carlos I, y es que por lo que se está demostrando no han tenido suerte con ninguno de los yernos que entraron en Zarzuela. El primero por fiestero y farandulero, un mal menor si lo comparamos con la que está cayendo sobre los Duques de Palma y por consiguiente sobre los Reyes, que van a ver manchado su excelente historial hasta la fecha. 
El problema está alcanzando tal magnitud que la reputación familiar se está viendo tambaleada y hasta la prensa internacional no quita ojo de las nuevas informaciones que aparecen.

Día tras días, para mayor sorpresa de los españoles, nos levantamos con nuevos datos sobre el escándalo de corrupción que le acecha al ex-deportisa, y aunque nos acostamos pensando que es difícil superar los datos del día anterior, misteriosamente se ven superados con creces. Barbaridades que nos resultan difíciles de digerir, sobre todo para los que defendemos a la institución y creemos en ella como necesaria para el bien del país.
En España no se habla de otra cosa y por lo que he comentado con amigos y he escuchado en la calle, nadie sale de su asombro, y muchos no aciertan a decir más que: con lo buen chico que parecía...pero qué necesidad tiene este hombre...fíjate tú que ha hecho bueno a Marichalar...por no incluir palabras de otra índole que podrían ofender al lector.

Al parecer fue en el 2006 cuando el Rey envió a su abogado de confianza hasta Barcelona para que investigara el entramado Nóos y aconsejó a Urdangarín que se desvinculara del Instituto.
A partir de este momento se inician los cambios en la familia Urdangarin-Borbón y es en 2009 cuando se trasladan hasta Washington, donde residen en la actualidad junto a sus cuatro hijos.

Él dirige la oficina de International Affairs de Telefónica; empresa que se encarga de sufragar los costes de la vivienda y seguridad de los duques en el país americano; mientras, el famoso palacete de Pedralbes, está alquilado; un modo de rentabilizar la vivienda mientras están fuera.


Pero la gran pregunta que se hacía la sociedad y los medios de comunicación era por qué el rey no daba una explicación, a pesar de las contínuas informaciones que salpicaban cada vez con más fuerza a la figura del yerno. Finalmente, Casa Real manda un comunicado en el que se censura el comportamiento de Don Iñaki Urdangarin pues su conducta en los negocios ha sido "poco ejemplar" y anuncian la decisión de que el Duque de Palma será apartado de todos los actos oficiales.

Por otro lado, los periodistas ávidos de información interpretaban lo poco que trascendía desde Zarzuela y discursos como el del Príncipe en Cataluña en la inauguración de la Fundación Príncipes de Girona donde dijo: "Las actuaciones de las personas que trabajan en fundaciones y en proyectos emprendedores deben estar movidas por la ambición honesta y transparente", dejaban entrever el clima que se respiraba en palacio.

Para contrarrestar la imagen de enfado del Príncipe y del Rey hacia el ex-deportista, una mañana nos levantamos con la portada de Hola, pero en esta ocasión la fotografía hablaba por si sola, el apoyo de Dña Sofía hacía la familia de su hija Cristina. La Reina, aprovechando un viaje e EE.UU, se dejó caer por la capital estadounidense, donde salieron a comer a un restaurante con un semblante muy relajado. Las críticas no se hicieron esperar, y la portado fue calificada de inoportuna.

Es de suponer que no han sido unas fechas idílicas para la Familia Real, y de manifiesto se puso en el más esperado mensaje de Nochebuena, de las 36 Navidades que lleva reinando, de Su Majestad, en el que dijo: "Necesitamos rigor, seriedad y ejemplaridad en todos los sentidos, sobre todo las personas con responsabilidades públicas tenemos el deber de observar un comportamiento adecuado y ejemplar. Cuando se producen conductas irregulares, que no se ajustan a la legalidad o a la ética, es natural que la sociedad reaccione, afortunadamente vivimos en un estado de derecho y cualquier actuación censurable deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley, la justicia es igual para todos. No debemos, sin embargo, generalizar los comportamientos individuales..."

Nunca un conjunto de palabras habían estado tan cargadas de significado; en ellas hemos podido comprobar el sentimiento del monarca hacia su yerno y a los acontecimientos que se están viviendo, pues como aclararían varios días después, no sólo iban dirigidas hacia el duque, también hacia todos aquellos políticos que están involucrados en procesos judiciales.

Finalmente, para terminar el año, el pasado día 29 de diciembre, el juez que lleva el caso Palma Arena, levantó el secreto de sumario e imputó a Iñaqui Urdangarin. El duque estaba citado para el próximo día 6 de febrero, pero finalmente será el 25 del mismo mes a las 9.00 horas cuando declarará como imputado, por lo que deberá comparecer personalmente.



















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